Aquí esta el documento final del «Encuentro Ecuménico, Hacia Una Espiritualidad Liberadora a la Luz de la Teología dela Liberación. Con Motivo del aniversario de Monseñor Oscar Arnulfo Romero.» Tres miembros de nuestro equipo tuvieron la dicha de participar en este evento en Miraflores. El documento es hecho principalmente por y para la iglesia Católica, pero hay buenas lecciones por los evangélicos también. Disfruta!
¡POR UNA IGLESIA COMPROMETIDA CON LOS POBRES!
Nosotros, integrantes de comunidades eclesiales de base, cristianas y cristianos convocados por el mismo Espíritu de Cristo Resucitado, nos hemos reunido en Caracas para festejar con admiración el gran testimonio dado hace 31 años por Mons. Oscar Arnulfo Romero, mártir del amor por los pobres y oprimidos de su país El Salvador, celebramos el gozo de tener un modelo tan transparente de vida y evangelio. Habiendo Mons. Romero favorecido explícitamente la organización de pequeñas comunidades cristianas de base, según el modelo que nos proponen los Hechos de los Apóstoles, cap. 2, queremos manifestar nuestra alegría por formar parte, nosotros también, de una Iglesia vivida en el seno de pequeñas comunidades que quieren ser, en nuestro país, motores de servicio y fraternidad. Así nos lo explicita el magisterio de la Iglesia en los Documentos del Concilio Vaticano II, Medellín, Puebla y Aparecida.
Sin rechazar ni descalificar a ningún hombre ni mujer, y menos a un hermano o una hermana en la fe; sin desconocer a ninguna autoridad religiosa establecida en nuestras Iglesias, reconocemos que no nos sentimos a gusto en unas estructuras pesadas, rígidas, verticales, las cuales, con el paso de los siglos, se han vuelto frecuentemente enemigas de la esperanza, la liberación integral, la creatividad, la solidaridad y el amor.
Procuramos leer la palabra de Dios, orar en común, y dedicarnos al servicio de nuestros barrios y demás comunidades humanas. No pensamos ni deseamos cultivar ninguna forma de sectarismo, y deseamos extender la fe liberadora de Jesucristo a nuestra sociedad, descubriendo con alegría su presencia ya actual dentro de múltiples esfuerzos no explícitamente cristianos.
Constatamos que, desde hace 20 a 30 años, nuestras Iglesias tienden a volver a la seguridad de sus templos, sus oficios tradicionales, sus relaciones de poder, privilegiando las funciones clericales y la cultura de una espiritualidad desencarnada. Por tales motivos, deseamos:
El final de la estructura piramidal dentro de la Iglesia. ¡Que religiosas y pastores se coloquen francamente del lado de los más empobrecidos!
El paso de una Iglesia jerárquica e institucional, poco flexible al Espíritu, al modelo de una Iglesia abierta a la comunión, donde la voz del Espíritu se pueda escuchar;
El inicio de una revisión de las posiciones sociales y políticas de nuestros pastores, frente a la sociedad actual. No se justifica hoy la oposición sistemática a un proyecto político que intenta construir, desde una situación deteriorada por más de quinientos años de injusticias, una sociedad participativa y protagónica.
Proponemos un diálogo con los estratos más humildes de la feligresía cristiana, y con los nuevos modelos de organización comunitaria, quienes precisamente se quejan del desprecio y olvido de muchos de nuestros obispos, sacerdotes y pastores para con ellos.
Deseamos profundamente la transformación de nuestras Iglesias, para que cumplan con una de sus funciones más importantes, la de ser visiblemente "samaritanas", es decir, la de manifestar abiertamente la compasión de nuestro Señor Jesús, que es la misma compasión de Dios, para con todos los pobres, los olvidados de nuestra sociedad de consumo y capitalista.
En la Biblia antigua, el Éxodo fue un paso inmenso de la tierra de esclavitud y sufrimiento, hacia la justicia y la tierra de libertad. Esta peregrinación no ha terminado aun para nosotros los cristianos. Qué dolor el ver que, en las últimas décadas en especial, nuestras Iglesias se han ido marginando ellas mismas de este inmenso anhelo mundial por la justicia, la paz y la libertad, esfuerzo que toma formas inéditas, hoy, en nuestro país y en el mundo. De Jesús dice el evangelio que hacía curaciones, movido por la compasión; del Padre Dios nos dice Jesús que acogió al hijo pródigo, "movido a misericordia".
Queremos que nuestras jerarquías, en vez de buscar permanentemente motivos de hostilidad frente a los elementos transformadores de la sociedad (error trágico, casi permanente a lo largo de doscientos años de vida republicana), sepan pasar por un tiempo pronunciado de examen de conciencia y silencio, reconociendo su propio pecado de soberbia, injusticia, incomprensión, e incapacidad de leer con humildad los signos de los tiempos actuales. Es tiempo de Cuaresma: queremos nosotros junto con nuestras Iglesias y, sobre todo nuestras autoridades, iniciar con resolución este movimiento de conversión. Deseamos, en resumen, que nuestras Iglesias, se parezcan más a Jesús; que manifiesten la compasión de nuestro Dios, en vez de pretender ser portadoras de un juicio implacable.
¡Cuán urgente es la necesidad de que brille este mismo mensaje de amor lúcido, en la práctica de todas nuestras Iglesias, seguidoras del Jesús histórico que resucitó de entre los muertos! Con el entusiasmo que nos da el Espíritu Santo, ¡volvemos a levantar las banderas de Monseñor Romero!
(FIRMAS)
Fundalatin
Ecuvives
Fedefam
Comunidades Eclesiales de Base
Acción Ecuménica
Sacerdotes, Pastores, Religiosas de Sectores Populares.